viernes, 29 de abril de 2011

La España sumergida

Esa otra España que nadie ve pero que sabemos que existe. La de la economía sumergida, clandestina o informal. Esa España, a la que casi todos (un 85% según el CIS) consideramos como un serio problema, tiene por fin un plan para aflorar y controlar el empleo sumergido. El gobierno de Zapatero ha aprobado un Real Decreto para aflorar y controlar el empleo sumergido, que en el conjunto de la economía sumergida en España alcanza tasas preocupantes. Es la primera conclusión que sacamos después de contabilizar el alto número de irregularidades descubiertas por la Inspección de Trabajo en 2010: en 1,2 millones de actuaciones realizadas se registraron casi 100.000 infracciones en acta.


La economía sumergida recoge las actividades económicas que se realizan en un país de forma ilegal. No hablamos del contrabando o el tráfico de drogas que forman parte de la delincuencia, sino de esas actividades económicas que escapan al control público y a la fiscalidad general generando importantes perjuicios que se proyectan sobre la competencia desleal y la disminución o anulación de la protección social de los trabajadores afectados y de sus condiciones de vida. La economía sumergida tiene defensores entre las posiciones ideológicas cercanas al neoliberalismo poque observa en ella evidentes ventajas. ¿Ventajas para quién? Para los empresarios que emplean trabajadores sin contrato que suelen funcionar a destajo, por los que no cotiza, a los que paga salarios de miseria y a los que puede despedir libremente. No nos engañemos, el empleo sumergido es un mal negocio para los trabajadores y para el conjunto de la sociedad. Perdemos todos porque es un fraude, muchas veces consentido, que dificulta la obtención de ingresos para atender la necesidades colectivas y las de incremento del gasto en protección social. El fraude en las actividades económicas, incluido el fraude tributario, el laboral y a la Seguridad Social, tiene consecuencias muy negativas para la sociedad en general y para los trabajadores en particular. Es una demostración de insolidaridad que perjudica a quienes cumplimos con nuestras obligaciones fiscales puesto que a menor recaudación menos servicios podremos recibir. Las consecuencias más negativas del fraude laboral recaen en los trabajadores con empleo sumergido, aunque a veces ellos no lo crean, especialmente en esos colectivos que presentan mayores riesgos de precariedad y una mayor vulnerabilidad ante la violación de sus derechos laborales. Hablamos de la población trabajadora extranjera (especialmente, los que tienen una situación administrativa irregular) y de las personas jóvenes y las mujeres.
El gobierno pone en marcha un plan dirigido a propiciar el afloramiento del trabajo no declarado que permita mejorar el nivel de justicia y solidaridad social en nuestro mercado de trabajo y en la economía española. Con este plan se abordan medidas de carácter temporal que favorecen el afloramiento del trabajo no declarado más allá de las actuaciones que ya se abordan de manera sistemática, entre las que ya se incluyen aquellas que fueron aprobadas contra el fraude fiscal. Pero este plan nace con serias críticas desde las centrales sindicales. Para CCOO y UGT no resulta adecuado ni en tiempo, ni en forma, ni en contenido la puesta en marcha de este Plan, que "ni va a aflorar el grueso de este empleo, ni va a mejorar la protección de los trabajadores, ni va a aumentar los ingresos públicos, ni va a eliminar la competencia desleal entre empresas." Nuevamente pueden observarse, como en el caso de la reciente Reforma Laboral, las dificultades que tiene que vencer el ejecutivo para conciliar intereses contrapuestos entre la patronal de empresarios y los representantes de los trabajadores. No es tarea fácil, lo sabe el ministroValeriano Gómez, pero el objetivo merece el empeño. El empeño de quien tiene la responsabilidad de gobernar y tomar decisiones. En esta ocasión, para que podamos aflorar la España del empleo sumergido, para generar nuevas oportunidades y seguir contribuyendo a la construcción de un estado con más equidad social.

lunes, 18 de abril de 2011

I need Spain

A las puertas de la semana santa, los del Turismo se han puesto de acuerdo para anunciarnos que algo bueno bueno va a pasar. Y aunque el tiempo puede dar la nota discordante, tenemos muchas cartas para ganar la partida en este 2011, año del comienzo de la recuperación. Quedan nueve años de trabajo para culminar las tareas que nos impusimos en el Horizonte 2020 -que así se llama en España el Plan del turismo por excelencia- y ya empezamos a notar que hemos elegido el camino correcto para avanzar. Una trayectoria consensuada en 2007 con todo el sector -privados, Comunidades Autónomas, administraciones locales y sindicatos- que reúne casi todos los ingredientes de un pacto de estado y que nos ha permitido sortear la crisis sin sucumbir a sus efectos. Necesitamos a España, la del turismo como tractor de la economía, más que nunca.

Foto EFE.Campaña internacional I need Spain.

La Comisión de Industria Turismo y Comercio del Congreso ha celebrado dos rondas de comparecencias en la víspera del primer sprint vacacional del año con el fin de que los representantes del sector informe de la situación nacional e internacional de nuestro principales activos económicos. Algunos la denominaron como la semana del turismo en el Congreso. Prácticamente estuvieron representados todos los ámbitos de la actividad turística. Para mi grupo, fue motivo de satisfacción escuchar la alta valoración realizada de los instrumentos que potencia el gobierno en el marco del Plan 2020: Renove Turismo, Futur E, o los programas de reconversión de zonas turísticas maduras en San Bartolomé de Tirajana, Playa de Palma o la Costa del Sol occidental. Un total que supera los 6.830 proyectos y una dotación de 1.900 millones de euros a lo que debe incorporarse la línea de créditos ICO con 60.000 millones de euros. Y como vecino de una zona costera no olvidaré destacar la aprobación, hace tan sólo unas semanas, del Plan de Turismo Litoral Siglo XXI, que pretende dimanizar la adaptación del turismo español a los nuevos modelos turisticos y la revitalización del litoral mediterráneo y de las islas Canarias y Baleares. Un plan que se da la mano con la tercera edición del Futur E, dotado con 300 millones de euros en créditos ICO para la mejora de las infraestructuras turísticas y aprobado por el consejo de ministros del 8 de abril.
La semana del turismo nos trajo también una grande y buena noticia.El año 2011 ha comenzado con un notable crecimiento de la demanda extranjera impulsado por la redirección de los flujos desde países del mediterráneo oriental. El balance turístico del primer trimestre muestra un notable crecimiento del PIB turístico 2,4%) que corrobora Exceltur en esta semana santa con datos positivos de reservas. Las expectativas hasta final de año mejoran sustancialmente lo que ha llevado a la corrección al alza de las previsiones del PIB turístico por parte de la misma Alianza para la Excelencia Turística.
Buenas noticias que deben ser aprovechadas por el sector para abordar con mayor velocidad las reformas iniciadas y, especialmente, asumir de una vez por todas la urgencia de ganar competitividad por la vía de la innovación, que no por la de los precios ni subvenciones, apostando en la dirección del plan Horizonte 2020 y la del turismo 2.0

sábado, 9 de abril de 2011

Un sentido adiós

En silencio, del mismo modo que desplegó su fuerza y su trabajo al frente del Observartorio de Salud de las Mujeres. Concha Colomer, su directora, nos ha dejado; justo en el momento en que su fecunda labor empezaba a ser tangible. Un sentido adios y la esperanza de culminar esta enorme tarea de la igualdad real. Leire Pajín, ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad le ha dedicado emotivas palabras: "Ayer falleció en Valencia a los 53 años. Con su marcha nos deja la responsabilidad de velar por su trabajo y continuar el camino que ella emprendió".
Concha Colomer desarrolló una cualificada y profusa actividad al frente del Observatorio de salud de las mujeres, un organismo creado con el fin de promover la generación, difusión y promoción del enfoque de igualdad de género en las políticas de salud. Para algunos, uno de esos organismos prescindibles que pueblan el bosque de la administración española y por los que no dudarían en meter la tijera del recorte. Cosas que suceden por desconocimiento o por mala fe, aquella que les impide creer en la necesidad de una transformación profunda de los pilares sobre los que se sustenta la desigualdad. Y no es de extrañar; sin necesidad de remontarse a los godos, la situación en España en 2004 reflejaba la escasa incidencia de las premisas salud e igualdad de género en la actividad estadística y en los desarrollos normativos. Un ejemplo, la de los riesgos laborales y la salud de las mujeres donde bien podríamos decir que veníamos descuidando esta perspectiva en comparación con la de los hombres. Al menos en lo referente a la investigación y la prevención.
El Informe Salud y Género 2005 de este Observatorio se adentró por vez primera en este territorio de forma valiente. Concluía que en el trabajo productivo, las segregaciones horizontal y vertical dan lugar a que hombres y mujeres estén expuestos a diferentes riesgos físicos y psicosociales y también a que obtengan diferentes salarios. Y recomendaba revisar con el Ministerio de Trabajo, sindicatos y agentes implicados, los aspectos de salud laboral desde el enfoque de género, especialmente los instrumentos de evaluación de riesgos y la lista de enfermedades profesionales. Un guante que recogimos en el Congreso de los Diputados donde en ese mismo año debatimos y aprobamos una proposición no de ley que instaba al Gobierno, por un lado, a introducir la perspectiva de género en las líneas de trabajo del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene, especialmente en lo relativo a la prevención de riesgos laborales; y, de otro, a dar prioridad al análisis y seguimiento de la incidencia de riesgos laborales en las mujeres en las investigaciones propiciadas por el Observatorio de la Salud de las Mujeres.
El Observatorio ha desplegado una intensa labor para alcanzar los objetivos que se fijó en su primer plan estratégico. Se trataba de investigar y explicar/comunicar las diferencias entre mujeres y hombres que generan diferencias de salud y son origen de desigualdades sociales.
Arrancó con la fuerza de la convicción de que las mujeres tienen, además de problemas y necesidades de salud específicas, una perspectiva del proceso de salud y enfermedad diferente al de los hombres. En materia de salud laboral, estas diferencias derivan de esa distribución caracterizada por segregación horizontal y vertical de las mujeres en el mundo del empleo resultando un riesgo de accidentes de trabajo entre ellas tres veces menor que entre los hombres, mientras que, en cambio, las mujeres padecen más del 60% de las enfermedades profesionales registradas.

Unos apuntes sobre el ingente trabajo desplegado por el Observatorio que dirigió Concha Colomer es también una manera de dar a conocer el inmenso caudal humano y profesional de la persona que nos deja. Profundizar en esta dimensión es un tributo debido. Y el deseo de que germinen impulsos para que hombres y mujeres puedan trabajar juntos por la salud de las personas, desde el compromiso por la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

lunes, 4 de abril de 2011

Crisis y patrimonio

Los tiempos de crisis traen estas cosas.Con naturalidad asumimos que las apreturas económicas se saldan con mayores recortes en los capítulos culturales de los presupuestos. Cuentas públicas y privadas reducen sus inversiones sobre la idea equivocada de considerarlos gastos superfluos o prescindibles de manera coyuntural. ¿Se resiente el patrimonio cultural?


Se resienten algunos proyectos que deben esperar mejores tiempos y sufren modificaciones algunos otros que ya estaban en marcha. Pero, en su conjunto, las administraciones públicas competentes afinan para sacar el mayor partido de recursos menguados, y ello les permite mantener encendida la mecha. Consiguen que obras emblemáticas como la del Museo de Málaga sigan avanzando, habiéndose emitido ya certificaciones de obra que superan los diez millones de euros; o que las del Museo Arqueológico Nacional no se paralicen y se puedan abrir las dos primeras unidades a finales de este año. El secreto está en la gestión de los bienes culturales, de nuestro abundante y valioso patrimonio. Gestión de las CC.AA. en tiempos de crisis que en Andalucía, por ejemplo, permite a Paulino Plata, su consejero, anunciar la próxima intervención en el Convento de la Trinidad para crear en Málaga una sede administrativa del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Y eficiente gestión la que lleva a cabo el Ministerio de Cultura, analizada estos días en el Congreso de los Diputados mediante la comparecencia de la directora general de Bellas Artes. Ángeles Albert, que así se llama la directora, nos ha informado sobre la mejor ejecución presupuestaria de este último año 2010: "Estamos en un 96,5% de ejecución presupuestaria. Se ha realizado una gestión cotidiana inmensa en cuanto a número de expedientes". España, que presume de ser una potencia en el ámbito turístico, es también una potencia cultural, sobre todo por su enorme riqueza patrimonial histórica y artística. Una evidencia contrastada en programas de documentación como el DOMUS, un sistema integrado de documentación y gestión museográfica que reune a 151 museos públicos y privados; o que se refleja en el joven CER, red digital de colecciones de museos, que en tan solo un año de vida ya cuenta con 70 museos y la incorporación de 123.900 bienes culturales.
Una buena gestión y el mantenimiento de políticas de éxito como la del conocido 1% cultural, donde no se ha producido reducción presupuestaria alguna. Por el contrario, se ha batido el record porque en 2010 se han aprobado 111 proyectos que sumados a los 50 provenientes de ejercicios previos suponen una inversión de 60 millones de euros.
Pero queda mucho por hacer, claro. La directora general de Bellas Artes, que desde su llegada al ministerio ha optado por trabajar en silencio, es consciente de que nos encontramos en un momento crucial en el que es urgente sumar esfuerzos y fortalecer la coordinación. Razón de más para que desde el grupo parlamentario socialista hayamos registrado, con fecha 25 de marzo, una proposición no de ley que camina en la dirección apuntada. Queremos impulsar la coordinación entre ministerios y organismos de la administración del Estado en las tareas de recuperación y conservación de nuestro patrimonio cultural. La actual situación de crisis económica ha limitado la capacidad de actuación de los organismos públicos y de entidades privadas en la protección, conservación e investigación en el patrimonio cultural. Esta incidencia es especialmente grave en áreas como la restauración arquitectónica o la conservación de obras de arte, que requieren a menudo de grandes inversiones. Por esta razón es necesario hacer un mayor esfuerzo de planificación y coordinación de las actuaciones, especialmente orientadas hacia la conservación preventiva, con el fin de conseguir los mismos o mejores resultados con la misma o menor inversión. Eficiencia en tiempos de crisis.