jueves, 13 de mayo de 2010

¡Pero que no cierre la puerta!

El mismo día en que Antonio Ozores se despide de este mundo, se encienden las risas del recuerdo de este gran cómico y se oscurece momentáneamente el ánimo ante el anuncio del ajuste económico que el presidente Zapatero ha presentado en el Congreso. No puede ser de otra manera. Afrontamos la crisis más grave de la economía mundial desde el crack del 29 y el Gobierno afronta la evolución de esta enfermedad con un tratamiento de choque que busca la eliminación urgente de su más grave consecuencia tras el paro y la recesión: el déficit. Lo hacemos también por coherencia y necesidad tras los últimos movimientos en el plano internacional. El pasado fin de semana, el Consejo de Europa decidió tomar las riendas y, urgido por España, Portugal, Irlanda o Italia, ha actuado promoviendo la creación del fondo de 750.000 millones de euros para fortalecer nuestra moneda y librarnos de movimientos especulativos. Una decisión valorada en la buena dirección por Felipe González. Toca actuar ahora a los países más afectados por el déficit (son 20 países los que lo padecen). La actuación de la UE ha sido rapida y acertada. Una demostración de la capacidad de la política para hacer frente a la especulación. Europa ha dado un mensaje claro de seriedad y de confianza.En España, las duras medidas de ajuste tratan de afectar lo menos posible a las políticas de gastos que favorecen la recuperación económica; mantienen los ejes de las grandes partidas destinadas a la protección social y recurren a las fuentes de ahorro disponibles en estos instantes. No habrá recortes en la I+D+i, ni en educación, sanidad o pensiones. Tampoco en la protección por desempleo ni en los servicios de la Dependencia, a excepción de la retroactividad. Con toda seguridad, semejante plan de ajuste presentado por un gobierno de la derecha española (cuyas diferencias con la europea son cada día más claras) contendría un sesgo muy distinto. Ninguno de estos capítulos sociales, que son políticas de equidad, se hubieran librado de la tijera.
Por el contrario, lo que si ha habido es una dosis mayor de irresponsabilidad de quienes vienen utilizando la grave crisis económica como trampolín para llegar antes al gobierno. De irresponsabilidad y de incoherencia de quienes, como el Partido Popular, llevan dos años pidiendo medidas para reducir el déficit y cuando estas se presentan reaccionan solicitando elecciones anticipadas, como hoy hace González Pons. Promueven el desestimiento del Gobierno; nos invitan a salir corriendo. El Presidente Zapatero no lo hará. Si esta derecha no sabe hacer otra cosa que se aplique su receta en las Comunidades donde gobiernan. El último que apague la luz, pero que dejen la puerta abierta porque los ciudadanos necesitan gobierno y mensajes de esperanza.

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