martes, 23 de febrero de 2010

¿Quién defiende la pensiones?

Tiene lugar en las calles de Madrid la primera de las manifestaciones que han convocado UGT y CC.OO contra el retraso en la edad de jubilación, los recortes en la protección social y la defensa de las pensiones en España. Tienen motivos las organizaciones de los trabajadores para manifestar su rechazo a cualquier intento de imponer medidas que afectan al estado de bienestar social. Todavía está fresca en nuestra memoria la intentona de la derecha de Aznar del año 2002 y la posterior huelga general. No es un asunto menor, sino que, ahora más que nunca, requiere de una gran dosis de diálogo y un debate en el marco de los instrumentos con los que nos hemos dotado: la Comisión parlamentaria de seguimiento del Pacto de Toledo. Ahí estamos y ahí es donde el Gobierno ha orientado su propuesta de reforma de las pensiones por las razones demográficas y de sostenibilidad que son de todos conocidas. El objetivo es llegar a un amplio acuerdo con todos, un acuerdo que tiene poco que ver con las reformas en la regulación de las relaciones laborales, con la excepción de que ambas reformas tienen su espacio en la agenda de la Mesa de Diálogo Social. Mesa donde se alcanzó ya una posición definida en torno a la prórroga de la jubilación con carácter voluntario, no ya hasta los 67 años sino a los 69. ¿Por qué hemos relegado a un segundo plano la potencialidad de esta medida acordada? ¿No será mejor acabar de desarrollar los temas pendientes del Acuerdo de Pensiones de 2006 antes de iniciar un nuevo proceso de negociación para la reforma de las pensiones? Tendremos que medir el alcance de este debate ante las amenazas de quiebra del consenso político y social que hasta ahora ha dirigido la estabilidad de nuestro sistema de pensiones.
CC.OO. y U.G.T. manifiestan su más absoluto rechazo a abordar la sostenibilidad del sistema de pensiones mediante medidas de recorte de la protección social. Están en su deber. Pero también conviene analizar con objetividad cuál ha sido el comportamiento de este Gobierno en esta materia. A poco que echemos la vista atrás deberemos convenir que éste ha sido el Gobierno que más ha aumentado la protección social en España y que más está subiendo las pensiones. El que más ha subido las pensiones mínimas, hasta un 32% en sólo 6 años, incluso con la crisis económica. El que ha destinado mayores partidas presupuestarias al mantenimiento y mejora de las políticas sociales existentes y el que ha creado nuevas prestaciones sociales: las prestaciones sociales de la dependencia han llegado ya a 500.000 personas; el permiso de paternidad, la ayuda de 1.500 euros por nacimiento de hijo, la renta básica de emancipación y la ayuda de 420€ a los desempleados. Estos son los avales que tiene este Gobierno a la hora de plantear un debate riguroso sobre el futuro del sistema de pensiones. Avales suficientes para trasladar la seguridad de que existe un interlocutor que ha demostrado su compromiso con las políticas sociales y que sabe escuchar y actuar con generosidad. Tenemos un sistema público de pensiones sólido y con una envidiable situación financiera. El superavit de la Seguridad Social de todos estos años ha servido para amasar un fondo de reserva que ya supera los 62.000 millones de euros. Tenemos que seguir trabajando todos juntos para vertebrar las propuestas de reformas futuras que sirvan para garantizar su solidez y eficacia futuras. Por todo eso y más hoy tiene sentido proponer que sigamos favoreciendo la figura de la jubilación flexible, mejoremos la financiación del Sistema de Pensiones, continuemos elevando las pensiones mínimas para situarlas por encima del umbral de pobreza, mejoremos la protección social de los trabajadores mayores de 50 años que fueron expulsados del mercado de trabajo y reformemos el sistema productivo para que los trabajadores tengan un empleo de calidad y con salarios suficientes que aseguren la sostenibilidad del sistema de pensiones. En beneficio de todos, los trabajadores de hoy y los jubilados de mañana.


lunes, 15 de febrero de 2010

Dolores de "pacto"

Los del Pacto por la Educación.
Venimos repitiendo una y otra vez que la recuperación económica exige abordar transformaciones inaplazables de nuestro modelo productivo en las que juegan un papel determinante la Educación.
Fernández Toxo, líder de las Comisiones, fue invitado no hace mucho a unas jornadas sobre el pacto educativo donde lanzó algunas reflexiones premonitorias. La estrategia en educación, dijo, "sólo se abrirá paso si se establece una estrategia de acuerdo de Estado en materia de empleo y economía sostenible" (Madrid, 16.12.09). Y no podemos decir que vayamos por el buen camino a tenor de los acontecimientos. Tuvimos un mal arranque en la última Conferencia de Presidentes, que fue víctima de la dinámica parlamentaria y de los intereses electorales del PP. Estos días asistimos desazonados a la frustración de los intentos de pacto económico frente a la crisis, incluso a pesar de los buenos oficios de la Corona. Dos no pactan si uno no quiere, y una forma de negación es intentar dictar la política económica de un país y de un gobierno de todos, democráticamente elegido, desde los planteamientos de la oposición. De todo lo dicho podemos concluir que tenemos un panorama harto complicado para aproximar posiciones en aras de un acuerdo en materia educativa; un acuerdo que lleve a ampliar las bases sociales y políticas sobre las que se sustentan las dos leyes orgánicas que vertebran la Educación en España: la LOE y la LOMLOU, que ya obtuvieron un gran respaldo incluso superior a los de leyes anteriores. Así nos lo demanda la ciudadanía y así lo ha entendido el Gobierno socialista y su Presidente cuando encarga al ministro Gabilondo que se remangue y se emplee a fondo en la tarea. Una tarea que ya emprendimos en 1997 y en 2004 con los resultados que todos conocemos.
Pero del mismo modo que sabemos de la existencia de esta demanda social debemos tener claro también cuál es el objetivo que perseguimos con tal empresa. Y en este punto me voy a permitir poner en duda que exista acuerdo previo en saber hacia dónde vamos o queremos ir, algo que me parece muy necesario a la hora de elegir la ruta apropiada. Hemos admitido algunas premisas de partida: 1º que hace falta querer (voluntad) para llegar al consenso; en segundo lugar, que ello no significa renunciar al diferencia y por último ya de por sí el camino que transitemos es positivo en términos de respuesta social aunque no alcancemos el objetivo deseado. Junto a ello, parecía que todos habíamos dado por sentado que uno de los objetivos del pacto por la educación era otorgar estabilidad al sistema. Pero mira por dónde, este argumento que se corresponde con el sentir mayoritario de nuestra sociedad viene ahora a ser cuestionado por el Partido Popular con una nueva interpretación del relato histórico de la educación. Le hemos escuchado varias veces en las últimas semanas al portavoz del grupo popular en el Congreso, Gómez Trinidad, que en España no ha habido cambios en el modelo educativo y que sólo hemos tenido un sistema: el derivado de la LOGSE, que es la fuente de todas las calamidades. ¿En qué quedamos? Primera larga cambiada. ¿Estamos o no estamos por la estabilidad? Si la estabilidad ahora no es el problema, ¿cual es la finalidad que perseguimos con el pacto educativo?


jueves, 4 de febrero de 2010

Comunicación y desarrollo en la era digital


Es el lema del congreso que la Asociación Española de Investigación de la Comunicación (AE-IC) celebra en Málaga en estos días. Una invitación al estudio y búsqueda de vías de adaptación de la comunicación al nuevo escenario tecnológico de la era digital en un momento de crisis global. La facultad de Ciencias de la Comunicación de la UMA y la AE-IC se han dado la mano para organizar un encuentro internacional que reúne una larga lista de expertos en la materia y que representa un observatorio privilegiado del estado de la investigación en el campo de las ciencias de la comunicación. Se desarrolla este cónclave de estudiosos en un momento interesante: el tiempo en que por vez primera al sector TIC puede transmitir sus demandas a los responsables políticos con ocasión de la presidencia española de la UE. Empresas del sector e investigadores van a coincidir en la búsqueda de estrategias en las que las TIC puedan ayudar a superar la crisis económica. Y sobre todo, en la definición del rol que deberían jugar las TICs en el diseño e implementación de un nuevo modelo de crecimiento económico basado en la Sociedad del Conocimiento. Hablamos de la Estrategia i2010 y su heredera: la Estrategia de Granada que arrancará de la reunión informal de Ministros de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información en abril próximo. La contribución conjunta de empresas, universidades y centros de investigación a la estrategia de una Europa Digital recuerda que las TIC deben asumir un papel clave en la capacidad de Europa para adentrarse en el futuro (siempre que aceptemos la premisa de que Europa aún puede tenerlo). Dice Sebastián -el ministro de los bits- que las TIC "pueden ayudar a reducir el uso del carbono y promover la sostenibilidad, pueden llevar a cabo una mejor prestación de los servicios públicos a todos los europeos, pueden crear empleo y preparar a la mano de obra europea para la economía del siglo XXI y pueden mejorar la capacidad de Europa para competir en el mercado”. Yes, we can.

El Congreso de la AE-IC, que con tanto afán han organizado los profesores García Galindo y Teresa Vera, también ha sido escenario de interesantes reflexiones. Me quedo con las que nos ha dejado el profesor Díaz Nosty, cuya trayectoria ha sido objeto de un merecido homenaje en estas jornadas. Reflexiones que me permito traducir en otros tantos interrogantes:

1. ¿Existe un desajuste entre el desarrollo tecnológico y el desarrollo del pensamiento desde la perspectiva del diálogo global?
2. ¿Qué impide a la investigación salir de la periferia del pensamiento y entrar en la centralidad de la comunicación?
3. ¿Queda espacio para la recuperación del pensamiento crítico y el rescate de las utopías?
4. ¿Dónde queda la libertad de información y de prensa después del proceso de erosión de un mercado que ha generado una libertad de información "conducida"?
5. ¿Por qué nos empeñamos en enfocar la cuestión de la gratuidad de los contenidos, la propiedad intelectual y los derechos de autor con enfoques del siglo de las luces?
6. Más allá de la brecha digital...: ¿se han articulado políticas públicas para combatir la dualización cultural de la sociedad?
7. ¿Cómo ser más eficaces en la cooperación aprovechando la potencialidad de las redes y las nn.tt. en la comunicación y transferencia de conocimiento?
8. ¿Cómo contribuir a crear una sólida opinión pública sobre el cambio climático y diluir los factores negacionistas y los elementos que contaminan el mensaje real del problema?
9. ¿Qué papel deben jugar las políticas públicas?
10. ¿Estamos en un momento de reinvención de los medios de comunicación? ¿Con qué valores?
Los avances tecnológicos de la era digital generan también nuevas preocupaciones que se suman a las cuestiones todavía no resueltas.