"La política es una pequeña rebelión contra el prejuicio de que todo está decidido y resulta inalterable" (Daniel Innerarity). Este sano ejercicio de política ha tenido lugar en el seno de la organización socialista española dando cumplimiento a una resolución del último Congres0 Federal de 2008. Se trata de la reconciliación de todos, del cierre de viejas heridas y, en concreto, de las que produjo la expulsión colectiva de compañeros en 1946, entre los que se encontraba el que fuera el último presidente de la II República, Juan Negrín. Un acto de reconocimiento y humanidad compartida. Un acto de asunción de nuestra historia. Y un paso decidido para ganar juntos el futuro.
Sucede ahora, precisamente cuando la derecha española exhibe indecente el espectáculo de sus guerras internas de poder. Frente a esta derecha incapaz de cerrar la heridas abiertas por la guerra civil en la sociedad española, la izquierda que lidera el PSOE ha hecho justicia a la memoria de los exiliados que, como Juan Negrín, se convirtieron durante muchos años en la conciencia de España. Exiliados incluso de la organización a la que pertenecieron.
Fue un acto cargado de simbolismo y de emoción donde recobró todo su sentido aquella sentencia del Doctor Negrín: "El vencedor lo proclama el vencido: no es él quien se erige en vencedor. Y mientras haya espíritu de resistencia, hay posibilidad de triunfo". Yo no había nacido aún y las personas restituidas en sus derechos ya no viven. Sin embargo, tenemos la memoria, la buena memoria que permite reconstruir el pasado para aprender de él... Y rectificar.
La recuperación de la memoria no es tarea exclusiva de los historiadores, aunque sin ellos, sin la contribución que sobre este caso han realizado investigadores como Ángel Viñas, no estaríamos en este punto. La Fundación Jaime Vera ha entendido el mensaje y ha lanzado una iniciativa que saludamos. Se trata de un concurso de relatos cortos sobre experiencias e historias escritas por militantes para recuperar testimonios olvidados de muchos luchadores por la causa de la libertad y la democracia. Responde al nombre de "tu historia es nuestra historia" y es todo un homenaje a cuantos sin saberlo fueron los protagonistas del progreso que alumbró el estado de derecho de nuestra Constitución. Una prometedora iniciativa presentada por Leire Pajín en el transcurso de este esperado acto de justicia que apadrinadó ilusionado Alfonso Guerra. Una pequeña rebelión contra el prejuicio de que todo está decidido.
