sábado, 18 de diciembre de 2010

Andalucía sin tópicos

Es el título de un sesudo trabajo de campo de dos investigadores del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (CSIC). "Andalucía sin tópicos" es también el motivo de la campaña Andalucía 10, que promueve el presidente Griñán. Y es que la realidad social, política y económica de Andalucía soporta el lastre de un ristra de tópicos asentados desde tiempo inmemorial. Nos han retratado, y nos siguen presentando aún, como ciudadanos cautivos, ignorantes e inconscientes de los problemas reales de nuestra tierra.

Razones no le faltan al presidente Griñán para enarbolar la bandera de esta empresa que pretende comunicar, a quien no lo sepa aún, que los andaluces venimos realizando un enorme esfuerzo de superación con las herramientas que el estado de las autonomías nos ha brindado. Sí, ese estado de las autonomías que ahora se cuestiona como generador de déficit es el que nos ha permitido acortar distancias y facilitar convergencias: muchas en muy poco tiempo.
Como se trata de una campaña público-privada, nos parece acertado que sean andaluces del campo de la ciencia, la cultura y la empresa quienes adquieran todo el protagonismo. Así se hizo en la presentación del proyecto que esta semana tuvo lugar en Madrid, con la presencia de Griñán y Felipe González. Lo de menos fue la cantidad o el color de los políticos que asistimos. Andalucía 10 es una idea que nació en la última etapa del presidente Chaves y que ahora impulsa el gobierno andaluz de la mano de Mar Moreno y Paulino Plata, consejeros de Presidencia y Cultura respectivamente. No es nada fácil trasladar una imagen de seriedad y responsabilidad de los hombres y mujeres de Andalucía, como no lo es tampoco en el caso de los españoles fuera de nuestras fronteras. La explotación de la imagen de una España de charanga y pandereta y su identificación con "lo andaluz" representa una factura que aún estamos pagando. Los andaluces en España, y los españoles en Europa. Nuestra realidad ha cambiado velozmente con la democracia. Nuestras preocupaciones lo han hecho también a la misma velocidad. Pero hay cosas que permanecen, aunque modificadas: el sentimiento del agravio comparativo, la percepción del atraso andaluz con respecto a las provincias ricas del centro y norte de España ha evolucionado de manera significativa. En menos de una década se duplicó la proporción de personas que sostienen que el nivel de desarrollo andaluz es equiparable al español, mientras se mantiene constante el porcentaje de quienes piensan que ha sido superior. La situación de crisis hace todavía más necesarios la existencia de proyectos como "Andalucía 10" ante el riesgo de nuevas fracturas internas y externas. Ahora más que nunca necesitamos seguir desmontando tópicos. Demos la bienvenida a las iniciativas que nos acercan al reconocimiento de nuestra realidad alejada de tópicos y a cuantos estudios nos colocan frente al espejo. El mismo debate que "Andalucía 10" ha generado ya es positivo.

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