¿Por qué han sido los bosques los protagonistas este año del día mundial del medio ambiente? Un día mundial y un año internacional, 2011, dedicados ambos a los bosques; la segunda vez en veinticinco años que los bosques son protagonistas de una llamada de atención global. Esto no pinta nada bien. Un 30% del territorio que representa el 80% de la biodiversidad de un planeta, el nuestro, donde perdemos 13 millones de hectáreas por año de masa forestal. Lo que significa una superficie equivalente a Portugal. ¿"El hombre es un lobo para el bosque"?
La acción destructiva mayor y las principales amenazas sobre los bosques tienen causas antrópicas. Las tuvieron siempre y ahora han multiplicado su eficacia con ayuda de los avances tecnológicos -del hacha a la motosierra-. Se atribuye al geógrafo Estrabón la descripción (mezcla de mito y realidad) de aquella ardilla que cruzaba la península de Norte a Sur sin posarse sobre el suelo. Del todo imposible, a no ser que aquellas ardillas estuviesen dotadas de apéndices voladores. Pero esa imagen nos ha sido útil durante siglos para despertar la conciencia de las pérdidas irreparables de la masa forestal. Aquí y en muchos lugares el problema de la destrucción de los bosques forma parte de la alerta sobre el cambio climático y la erosión. Desertización y aumento la temperatura media.El problema de la destrucción no es estético, es mucho más grave. Es letal por la destrucción de especies y por razones de economía: la alimentación del mundo se concentra en torno a 20.000 especies aprovechables.
Para frenar esta tendencia, la ONU declaró 2011 año internacional de los bosques y la U.E. ha trabajado en un Libro Verde. ¿Y España? Como en medio mundo, la filosofía de protección de los bosques aparece relacionada con las ideas de conservación de la naturaleza. La primera figura legal data de 1916 y se arbitró para los Montes de Covadonga; ahora la protección de los espacios naturales es una prioridad de todos los gobiernos. Desde la entrada de España en la U.E., las actuaciones se han intensificado pero aún es llamativo el déficit. El último informe del Observatorio de Sostenibilidad nos cuenta que entre 2000 y 2006 hemos tenido una pérdida neta de 127.641 hectáreas de suelo forestal para la formación de aprovechamientos agrícolas y superficies artificiales; esto es, unas 18.000 has por año. Y para ilustrar gráficamente el problema revista GEO se hace eco de los bosques mejor y peor conservados mientras que WWF alerta del estado de deforestación. Me quedo con las propuestas de esta organización por su indudable impacto en nuestro tejido económico: una inversión de 4.000 millones de € en los próximos 30 años cambiaría la tendencia y permitiría la generación de 150.000 puestos de trabajo. Los beneficios a largo plazo serían incalculables. Necesitamos incentivar políticas públicas en todos nuestros ayuntamientos, diputaciones y Comunidades Autónomas para invertir la tendencia; y, por qué no, un marco legislativo favorable al mecenazgo privado que haga más eficaz esta empresa.
Foto: Mural año de los bosques en el CEIP Jardín Botánico. Mijas
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