lunes, 5 de enero de 2009

Alta velocidad


La hora de Málaga

Hace poco se utilizaba con frecuencia aquello de "la hora de Málaga" para subrayar el compromiso de formaciones políticas e instituciones para poner a nuestra provincia en el lugar que le corresponde en el mapa de la modernización. Parece que esa hora ha llegado o está llegando. Lo cual es un motivo de satisfacción, especialmente para los responsables de los gobiernos que lo hacen posible con algo tan sencillo y a la vez tan complejo como cumplir los compromisos electorales y asignar las inversiones necesarias. Es la satisfacción que iluminaba el rostro de Magdalena Álvarez cuando recogía recientemente el afecto de toda la sociedad representada en el foro del diario Sur con motivo del primer aniversario de la puesta en servicio del Ave malagueño. El resultado de toda esta transformación que afecta a la provincia de Málaga es lo que describe Chus Heredia en el diario La Opinión. Un panorama alentador que invita a fortalecer nuestra autoestima; una buena forma de comenzar 2009.



Pero hoy no realizo esta entrada, y bien podría hacerlo, para arrimar el ascua a la sardina de la formación política que sostiene a los gobiernos antes aludidos, responsables de este gran salto de Málaga hacia el futuro. Antes al contrario, lo hago para sembrar unos granos de reflexión en relación con otro gran proyecto en el que tenemos puesta la esperanza los más de 500.000 vecinos que poblamos la Costa del Sol Occidental. Apunta bien el artículo cuando señala que el tren de la Costa es todavía un acto de fe. Y aquí tengo que hacerme eco de la preocupación de todos los residentes de la Costa y lo que desde Málaga se desplazan a diario hasta cualquier punto de la misma cuando no vemos arrancar la ejecución de este gran proyecto con la misma decisión de otros que sí lo hacen. Léase, por ejemplo, el soterramiento de la autovía A7 en su travesía por San Pedro de Alcántara. ¿Cuál es el obstáculo que ralentiza durante décadas la construcción de esta infraestructura ferroviaria que acabará uniendo Algeciras con Málaga y el eje mediterráneo? La apuesta del Gobierno andaluz ha permitido sacar del punto muerto en que se encontraba el mismo asumiendo la ejecución del tramo entre Fuengirola-Mijas y Estepona. El primer impulso está dado pero parece que no será suficiente. ¿Será necesario replantear el concepto de esta gran obra pública como una competencia en la que se requiere una participación estatal más amplia? Si este es el problema, abordémoslo. Podemos hacerlo.

1 comentario:

José Antonio dijo...

JOSE ANTONIO
Cuando este terminadas las obras publicas que se estan ejecutando en la provincia de Málaga (nueva autopista de las Pedrizas, segunda ronda, segunda pista de aeropuerto y puerto de Málaga) y no se olvide lo importante que es la inversión en I.D., Málaga pude ser, de verdad, la California de Europa. Cuando pase esta crisis, que pasara, el secto ocio, de calidad, sera uno de los motores más importantes de la economia.