jueves, 1 de octubre de 2009

Da igual que se llame Goirigolzarri

No sirve mirar hacia otro lado.


"Me llamo Antonio y le escribo desde Málaga. Está hoy el ambiente caldeado por aquí con la pensión de Goirigolzarri. También es mala suerte que haya salido esto justo el día en que se concreta la subida de impuestos. La gente no entiende nada de lo que está pasando, y eso sí que crea desgaste. No tanto subir los impuestos, sino la incoherencia a veces del diseño fiscal y sobre todo la obscenidad de cosas como las de estos banqueros que cobran esta millonada de jubilación. Yo, de momento, he decidido dejar de pagar un préstamo personal del que me quedaban por pagar unos 1000 euros en el BBVA. Lo peor que me puede pasar es ir al RAI, porque la realidad es que incluso sin ir los bancos no dejan dinero a empresas y gente como yo.
Pido un gesto contundente contra estas cosas. Demasiado comedida la ministra. Ya sabemos que son los accionistas quienes deciden, pero deciden sobre un marco legal. Si deciden matar al consejero delegado no pueden hacerlo porque no es legal. Hagamos lo mismo con estos insultos a los trabajadores de este país.
Ánimo con todo."


Antonio: ¿Que ha cambiado respecto a lo que sucedía sobre este asunto hace un año, dos o tres? Pues muy sencillo. En la actual coyuntura de sensibilización de la opinión pública sobre la crisis y el desempleo esta noticia tiene ahora efectos demoledores sobre muchas conciencias (afortunadamente todavía hay conciencias que reaccionan). Pero bien sabe que nada de esto es una novedad que desconociéramos hasta hoy. ¿Le descubro algo si subrayo la fuerza del lobby financiero? Creo que coincidirá conmigo en que el problema no sólo lo tiene el Gobierno sino que es de todos, pues forma parte del cuerpo social preexistente sobre el que intentamos actuar. ¿O actua él sobre nosotros hasta que nos diluye en ese magma vital en el que nos resulta tan difícil reconocernos? Es cierto que tenemos capacidad para modificar las leyes o para establecerlas cuando no las hay. Esta es una de las situaciones en las que no vale mirar para otra lado. Hay que tener voluntad para afrontar una regulación que limite y ponga coto a estos desmanes.
Si no lo hacemos, lo lamentaremos.
Un saludo


1 comentario:

Antonio dijo...

Querido Luis,

Estoy totalmente de acuerdo con tu post. El problema del capital es que tiene muchos nidos donde cobijarse si uno de ellos les pone condiciones más duras. Por eso ha de ser una estrategia europea. Con lo desprestigiados que están los bancos, o se hace ahora o no se hace. En cualquier caso, me sigue extrañando la falta de escrúpulos de la gente para aceptar dichas pensiones, o bonus o sueldos. Es un fracaso de la sociedad, no ya que no reaccionemos, sino que alguien no se sienta mal por aceptar dicho sueldo. Puede ser un poco fuerte, pero el otro día un amigo me dijo que estaba justificado que alguien a quien hayan hechado del BBVA (que ha recortado plantilla) o alguien embargado por dicho banco le pegara una paliza. Yo coincido con Joaquín Estefanía en que lo que el sistema no puede dejar caer por su peso o importancia, debe ser público.

Enhorabuena por tu blog y por tu posicionamiento sobre el asunto.