La convocatoria pretende que los campus universitarios aumenten y optimicen la oferta de oportunidades, servicios e instalaciones a los estudiantes, profesores, investigadores, personal de administración y servicios, organismos públicos de investigación, centros de I+D, empresas y otras entidades que se relacionen con ellas, participando, al mismo tiempo, en el desarrollo territorial y en la búsqueda de soluciones a los retos sociales, culturales y medioambientales.
El programa CEI que a su vez se compone de dos subprogramas, pretende fomentar que los campus universitarios desempeñen sobre el entorno social, urbano y cultural una mayor interacción y un papel didáctico, proyectándose como modelos de armonía espacial, sostenibilidad e integración en la vivencia del espacio físico de la universidad.
Cuando aún no hemos rebasado el primer hito del proceso de Bolonia (2010) ni superado las dificultades que entraña la convergencia europea, nos trazamos un nuevo horizonte que va más allá de nuestra armonización con los sistemas de enseñananza superior, más lejos de la modernización y reforma de las universidades españolas. El reto es alcanzar mayores cotas de calidad y excelencia, un objetivo que vertebra toda la Estrategia Universidad 2015 de la cual forma parte este programa cuyo desarrollo exigirá una dotación extraordinaria superior a los 200 millones de euros.
Nos consta que la Universidad de Málaga ya tiene hechos sus deberes y concurre a la convocatoria de Campus de Excelencia con una buena definición de los ámbitos de especialización en los que está capacitada para competir. En palabras del ministro, "está haciendo las cosas muy bien porque está vinculando el conocimiento a la transferencia, a la tecnología y a la producción". La alianza con el PTA es una de sus mayores fortalezas y una muestra de la disponibilidad de una oferta estructurada de capacidades científico-tecnológicas relacionadas con resultados de investigación. La presencia del Parque Tecnológico en la zona de influencia del campus resulta un factor clave en la formulación estratégica de agregación de instituciones empresariales que vinculan el conocimiento a la tecnología y la producción de incubadoras de empresas de base tecnológica. Confiamos en las capacidades de la UMA y esperamos encontrarla pronto al lado de las mejores universidades españolas en el programa Campus de Excelencia Internacional. Es una gran oportunidad.
2 comentarios:
Mira que lo intento, Luis Tomás, mira que trato de verlo en positivo, mira que Gabilondo hace unas semanas en Santander casi me convence, pero ... sigo sin ver Bolonia como una solución para el ámbito de las Humanidades y en parte para el de las Ciencias Sociales. El parámetro elegido es el de las carreras más técnicas y especializadas, ingenierías y similares (que por cierto hasta hace relativamente poco no formaban parte del corpus universitario), donde es cierto que la especialización profesional manda. Pero en las Humanidades la característica básica es la versatilidad, la formación del pensamiento, y si las reconducimos hacia un área de trabajo específico en realidad las estamos asesinando.
Digamos que si no siente amor por el libro y la lectura, si no tiene una formación literaria y humanística, ¿de qué atolladoro nos va a sacar un especialista en Biblioteconomía?
No lo veo, no lo veo, no lo veo ... De hecho, y aunque no tengo tiempo para nada, creo que retomaré mis estudios de Filología este curso precisamente para poder librarme de Bolonia. Y me temo que si Bolonia me caza ya en la UNED, abandonaré la carrera definitivamente.
Regino, gracias por tu visita y tu comentario. Tus temores son ciertos como el de tantos que se empeñan en presentar "Bolonia" como la solución a todos los males de la educación universitaria. Comparto tu preocupación aunque no es menos cierto que estamos asistiendo a una confusión de términos y estrategias. No debemos olvidar que la reforma de la universidad española tiene su hoja de ruta en la LOMLOU, una ley que aprobamos con amplio consenso en la pasada legislatura y que a muchos no les gusta porque piensan que se quedó corta (aspiraban a la derogación integra de la LOU). Sin embargo, creo que el resultado fue positivo y que el texto refundido es una pieza jurídica clave para entender el futuro de nuestra Universidad. Si conseguimos aplicar correctamente esta norma habremos dado un salto cualitativo importante. De esto se habla poco porque todos los focos están puestos en Bolonia. Y Bolonia, Regino, no es más que un proceso de convergencia al que se han colgado todas las fallas y riesgos ya existentes en nuestro sistema. Con Bolonia o sin ella, el problema de las Humanidades que tu señalas sigue estando ahí y su solución dependerá de la capacidad de nuestra universidades, que por ciertos son más autónomas aún desde la LOMLOU.
Un abrazo.
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