La Unión General de Trabajadores ha rendido un emotivo homenaje a Concha Espinosa. Quienes compartimos su tiempo y su afán hemos vibrado unidos, una vez más, en torno a su memoria.
Nos dejó hace poco más de dos meses. Su homenaje tuvo lugar ayer en Madrid, en la sede del sindicato. Concha fue una mujer valiente y libre. Lideró la causa de la dignidad de las personas que sienten y padecen la injusticia. Y lo hizo desde el compromiso y la convicción de la importancia del trabajo sindical sobre el político. Así lo atestiguan hoy la estructura que potenció en la FETE-UGT y el eco de su participación en las leyes educativas aprobadas en la pasada Legislatura, especialmente la LOMLOU.
Amó la sinceridad, la sencillez y el trabajo bien hecho. Unas cualidades que hoy sirven de referencia a miles de sindicalistas que en España se esfuerzan cada día por la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores. Sin ellos, sin los sindicatos, sin sus afiliados, sin sus representantes no es concebible el desarrollo de nuestra democracia y el avance social y económico que hemos vivido. Sin ellos, no hay ruta practicable para salir de esta crisis en la que estamos metidos.
Fue un acto entrañable, llevado con extrema delicadeza por Fernando Moraleda y en el que Cándido Méndez alentó la tarea de engrandecer el sindicato como mejor modo de preservar la memoria de quien dedicara su corta vida a servir a los demás desde la organización sindical.
Va por la Fete, va por la UGT. Va por todos. Y por la dignificación de la tarea sindical.
4 comentarios:
Conchita,si tu vida fue corta, aunque intensa, mi relación contigo fue corta (2002)pero intensa, como eras tú. No dejabas indiferente a nadie, para bien o para mal, esa actitud arrolladora y defensora del más débil te hacia especial.
Te conocí en tu "mundo" el mundo sindical de la UGT, espacio complejo para hacer amigos pero tú fuiste mi amiga, mi protectora mi maestra en el arte de no ser rencorosa con los "enemigos" y de ser espléndida y generosa con los "amigos".
Te has ido y me siento sola y desprotegida, te hecho mucho de menos así como tus llamadas(a cualquier hora eso sí, si estabas viendo algo interesante en la televisión, en los intermedios)nuestras conversaciones, risas,tristezas...según el momento.
Te llamaba Conchita, porque aunque eras muy grande y podías con todo también eras muy frágil y te perdían los afectos y las emociones.
Hasta siempre Conchita.
Concha, para mí fue un ejemplo de compromiso por encima de su vida personal. Me hizo entender el sindicato de manera diferente. Me dió ejemplo de valentía y compromiso.
Nunca la olvidaré, a pesar de nuestras peleas.
Una amiga
Hablar de una compañera y amiga y no hacerlo desde el interior del corazón es absolutamente imposible y más cuando se siente tanto agradecimiento y además se expone desde el rincón geográfico preferido de Concha que no era otro que Cádiz y su entorno con predilección por Zahara de los Atunes.Reducir a unas pocas palabras todos los pensamientos,sentimientos,sensaciones que brotan de forma incesante y espontánea del corazón y de la mente es tarea harto complicada,pero creo que absolutamente necesario.Conocí a Concha ejerciendo como Secretario de Enseñanza Universitaria de FETE-UGT Cádiz, y jamás hubiera pensado que una máxima dirigente a nivel nacional pudiera tener tanta cercanía, tanta empatía y tanta humildad con el que suscribe,quizás por el carácter,quizás por la sinceridad de ambos, quizás por las justas críticas a lo establecido, no lo sé, probablemente haya sido un compendio,el caso es que tanto mi amigo y compañero Manuel Sora y yo hemos vivido sensaciones inmejorables y que dicen mucho en favor de Concha,una persona que siempre estuvo a nuestro lado en momentos tremendamente difíciles y cuando estábamos más solos que la una, por eso tenga si cabe más valor su forma de actuar, de comprendernos, de escucharnos y porque no de aguantar el coñazo que de vez en cuando le dábamos,porque encontrábamos en ella, alguien que nos protegía,cercana,dispuesta y lo que es más complicado sin esperar nada a cambio, bueno un pescaito frito y una cervecita que se tomaban con ella super a gusto. Que podemos decir Concha, que nos demostraste valores y actitudes de las cuales se carecen a menudo en el sindicato, que fuiste junto con Carmen Beato,-a la que cariñosamente la llamabas nuestra "hada madrina".y no era para menos porque había que tener una varita muy mágica para arreglar nuestra situación sindical universitaria,- nuestra guía, nuestra confidente,etc,.
Y creo que el mejor regalo que te podíamos hacer era asistir a tu homenaje el pasado jueves,tanto Manolo como yo, aunque ya sin responsabilidad sindical, pero si con las mismas convicciones que teníamos cuando nos conocimos y que te puedo asegurar que seguiremos defendiendo contra viento y marea dentro de nuestros distintos ámbitos de actuación.
Concha, es una maldita máxima que la buena gente nos abandona siempre antes que aquellos que no lo son tanto, pero yo creo que al final nunca nos abandonan, nos dicen hasta luego y como decimos por aquí "nos vemos". Pero si te puedo asegurar que siempre estarás en nuestros corazones y siempre nos tendrás dispuestos a defender los valores que tu llevabas a gala y que tan perdidos andan en nuestra sociedad. Concha sólo tengo palabras de sincero agradecimiento,me demostraste que todavía se puede confiar en el ser humano y ya sabes que aquí en Cádiz, siempre nos tendrás para lo que nos necesites y que siempre habrá un buen pescaíto frito y una cervecita esperándote.
Y aunque dice el dicho que no sabe uno lo que tiene hasta que lo pierde ,a nosotros no nos vale ,ya que te valorábamos antes, te valoramos ahora y te valoraremos siempre.
Muchos besos y nos vemos.
A Concha, en el recuerdo:
Tuvimos la suerte de conocerte gracias a Carmen, nuestra común amiga y "hada madrina" en tantas cosas. El corto tiempo que te disfrutamos fue suficuente para admirar tu nobleza y optimismo, que te llevó a ser sindicalista comprometida con la educación, enseñándonos a todos que la sociedad y las personas podemos ser mejores si luchamos por ello.
Navegamos juntos por las islas del Egeo y -como en la vida misma- compartimos alegrías ¡y zozobras! Nos veremos en Ítaca...
Gracias por haberte conocido. Hasta siempre, Concha.
Puri y Pra.
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